¿Acaso la celebración más relevante de la Semana Santa Asturiana?
El primer escenario del V Vía Crucis Viviente de Infiesto, es nuestra Plaza Mayor o de “Les Tiendes del Aire” -como se le conocía cuando yo era un guaje- en donde se habían instalado como fiel réplica, los tronos de las autoridades que iban a juzgar a JESÚS (Manuel Castañero).
Pese a lo dudoso del tiempo meteorológico, eran miles las personas que llenaban el amplio espacio destinado al público, con el mérito añadido de hacerlo en un día que amenazaba lluvia y en un total silencio y absoluto respeto a la emotiva celebración que estábamos realizando, cuya complicidad iría in crescendo a medida que avanzaba el Vía Crucis por una calle Covadonga llena entre actuantes y público. Los logrados atuendos de las autoridades civiles y religiosas y sus esposas, las patricias y criadas; de los guardias judíos y romanos, de los esclavos portadores de las andas, y de las vociferantes gentes del pueblo llano, junto con las magistrales interpretaciones de los personajes con diálogo y del saber estar de los cientos de figurantes, daban tal realismo al acto, que ayudaba a mantener la piadosa atención de los asistentes, que tal parecía que no habían venido a disfrutar de unas simples escenas por muy bien interpretadas que estuvieran, sinó a vivir intensamente la Pasión de Jesús.
Comienza la acción con la presentación de un narrador de lujo (Andrés Aguado) que su castellano de Valladolid y experiencia con el micrófono, nos fue introduciendo de forma magistral, en el discurrir del Vía Crucis, iniciándose con el juicio de Jesús ante PONCIO PILATOS (Humberto Martínez) que al no encontrarle ninguna culpa, lo manda llevar ante HERODES (Tino Sierra), dada su condición de galileo. Se alegra éste creyendo que lo iba a tener a su servicio con todo el poder de hacer milagros de Cristo, con lo que le hubiera salvado la vida; mas al haber fracasado en su intento de manipular al HIJO DE DIOS, lo devuelve a la jurisdicción de PILATOS (Humberto Martínez). Este sigue reticente en condenar a JESÚS por lo que les propone que lo juzguen los propios judíos, a lo que estos se niegan argumentando: ”es que a nosotros no nos está permitido matar a nadie” (está visto que lo de los escribas y fariseos, es cumplir la letra de la ley, pero no su espíritu). En un nuevo intento, propone a aquella turbulenta plebe, que elijan entre liberar a Jesús o a BARRABAS (Fernando Sordía). La respuesta era la previsible: escogieron a este último, que recibió eufórico su puesta en libertad. Y PILATOS presionado por la amenaza de estos hipócritas y redomados escribas, de acusarlo de enemigo del Cesar, condena a muerte en cruz a Jesús, cargando la responsabilidad a los judíos, con su conocido gesto de; “Yo me lavo las manos de la muerte de este justo”.
Una vez CONDENADO A MUERTE (I), Jesús es conducido camino del Calvario CON LA CRUZ A CUESTAS (II) ,azotado cruelmente por los guardias romanos, que causa verdadero impacto entre las personas sensibles del público. Llega la comitiva al Poblado Judío (Plaza del Ayuntamiento) en donde JESÚS CAE POR PRIMERA VEZ (III) Y SE ENCUENTRA CON SU MADRE (IV) (Marlén Díaz). A los acordes de la Banda de Música De la Fuente y en la privilegiada voz de nuestra soprano de cabecera (Tere Sierra), nos regalan el oído con el “Ave María” de Giulio Caccini. Ante un condenado desfallecido, exhausto y sin fuerzas EL CIRINEO (Viti Rodríguez) AYUDA A JESÚS A LLEVAR LA CRUZ.(V) y en los Jardines de la Obra Pía LA VERONICA (María Esther Fernández) ENJUGA EL ROSTRO DE JESÚS (VI). Continuando ese camino sin esperanza, JESÚS CAE POR SEGUNDA VEZ.(VII) Y un poco más allá JESÚS SE ENCUENTRA CON LAS MUJERES DE JERUSALEN QUE LLORAN POR EL(VIII) (María Armanda Pérez, Alicia Vallejo, Nieves González, Olga Blanco, Maribel Díaz y Rosa Artidiello) y sigue sufriendo por lo que JESÚS CAE POR TERCERA VEZ BAJO EL PESO DE LA CRUZ.(IX) y para colmo del escarnio a que está sometido JESÚS ES DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS,(X) que se las juegan entre sí, los inhumanos guardias ( Toño Llano, Javier Tamargo y Ricardo Llerandi) y a continuación JESÚS ES CLAVADO EN LA CRUZ (XI) por el centurión Toño Gallo y JESÚS MUERE EN LA CRUZ (XII), de donde JESUS ES BAJADO DE LA CRUZ Y ENTREGADO A SU MADRE (Marlén Díaz) y Lupe Sánchez como en años anteriores, recita su emotiva poesía dedicada al Salvador. JESÚS ES COLOCADO EN EL SEPULCRO (XIV) por José de Arimatea (Manolo Marina) y los Apóstoles. Aunque las trágicas y diversas situaciones que se ve obligado Cristo a soportar en su penoso camino hacia El Calvario, desde su condena a muerte y consiguiente tortura física y moral por los insultos de la voluble muchedumbre, el insoportable peso de la Cruz y los dolorosos latigazos de la Guardia Romana, culminado con el clavado de pies y manos, el momento más emotivo que me lleno los ojos de lágrimas, fue a raíz de cerrar la puerta del Sepulcro con el cuerpo sin vida de Jesús dentro. Lo vi tan real que casi inconscientemente le recé un Padre Nuestro. Para mi Jesucristo siempre ha sido una figura muy atractiva, hasta el punto de que cuando era un guaje, lo consideraba un verdadero héroe a nivel humano y cuando me enteré de que realmente era Hijo de Dios, todo desilusionado respondí: “Vaya, así cualquiera puede hacer cosas extraordinarias”.
Hasta aquí todo lo bueno acontecido en la SEMANA SANTA-2O18 DE INFIESTO-, pero como sucede en todos los órdenes de la vida, también nos tenía que tocar algo malo y en este caso es nada menos que nos deja por motivos personales nuestro CRISTO (Manuel Castañedo), que además de haber sido el intérprete ideal de este drama, (figura, gestos, vocalización…) se trata de una persona buena, simpática y cordial, que no será fácil sustituir. ¡Te echaremos de menos, Manuel!
¡En mi nombre y en él todos mis compañeros, un fuerte abrazo y hasta siempre!