Daniel no es egoísta: ante el “¡Güelito que cumplas muchos más!, contesta: me conformo con cumplir la mitad de los que tengo”.
Por esos comportamientos extraños que tenemos los humanos, que sin saber porqué ni por cuanto, unas personas nos caen bien, otras ni fú ni fá y a algunas “no las podemos ver”. Pues tengo que decir alto y claro, que para mi Daniel pertenece al primer grupo. Y cuando una persona a la que aprecias sufre un accidente a esta edad, como la rotura de cadera de nuestro homenajeado, al principio me resistía a preguntarle a su hija Toña, sobre la recuperación de su padre por miedo a que me diera malas noticias, como “que no lo operaron por la edad” o “que no volvería a caminar” o “que lo más seguro es que tendría dolores”, pero sucede que de manera inesperada me empieza a responder: “ya empieza a caminar”, “no tiene dolores”, ”ya salió por el Paseo de la Plaza del Ganado”, etcétera. Y es a partir de estas buenísimas respuestas, cuando no dejo de preguntar por el “abuelo” todos los días cuando voy a comprar el periódico, confiando a que me va dar buenas noticias.
Me comentaba Toña con motivo de la rotura de cadera de su padre, que temía que no pudiera celebrar su 100 aniversario a primeros de Enero. Pero es que no había contado con la increíble fortaleza física y voluntad de superación, del patriarca de la familia, que entre otras heroicidades tiene la de ir caminando a San Román con 90 años. Ante personas con esos logros de resistencia física y voluntad de superación, se me ocurre que de la misma manera que existen disciplinas deportivas como la Lucha Canaria, la Lucha Greco-romana, etcétera; bien podría crearse la de Lucha Contra los Años, en la que sin duda Daniel merecería un trofeo por llegar al siglo pese a haber roto la cadera y no ser posible operarlo por motivos de edad.
HECHOS RELEVANTES EN LA LARGA VIDA DE DANIEL: 02/01/1918 (nace); siempre fue un buen estudiante y sigue siendo difícil engañarlo con los números; ya de niño le encantaba jugar al futbol, una pasión que sigue manteniendo al día de hoy y aunque lejos de la pelota, sigue con atención la liga, en prensa y televisión; 29/09/1956 (se casa con su novia de toda la vida -11 años- Vicenta de la Llana, en el Santuario de la Virgen de la Cueva, con quien tuvo cuatro hijos (Ana, Toño, Mary y Juan); a los 19 años le toca ir a la Guerra Civil Española; en 1967 emigró a Suiza; varios años más tarde volvía a San Román (La Riega), para dedicarse a la ganadería y al trato; hace 15 años se trasladó a Infiesto, junto con su esposa e hijo Toño.
No ha sido precisamente la vida de Daniel nada fácil, para sacar adelante una familia de cuatro hijos, si bien es justo reconocer que tuvo en Vicenta, una amable esposa, una cariñosa madre, una eficaz colaboradora en la gobernanza de la casa y el trabajo del campo.
Y lo que parecía imposible, resultó una feliz realidad. El pasado 7 de Enero, disfrutó de su 100 aniversario rodeado de su esposa (Vicenta), de sus cuatro hijos, (Ana, Toño, Mary y Juan), de sus nietas (Marta, Graciela, Irene e Isabel), de sus biznietas (Cristina y Carlota), de sus yernos (Rubén y Ángel), además de algunos sobrinos y amigos que pasaron a felicitarlo. No faltaron llamadas de teléfono, muchos regalos y una buena tarta de cumpleaños. Y para finalizar su día y como anécdota, ante la exclamación de “Güelito, que cumplas otros tantos” no dudó en contestar “Me conformo con cumplir la mitad de los que tengo”.
¡ Es un muchacho excelente, es un muchacho excelente y… siempre lo será !